El oro se distingue del resto de los metales preciosos. Además de utilizarse en la producción (por ejemplo, en joyas), el oro suele actuar como un activo de protección que se suele denominar "reserva de valor".
Si surge una crisis económica, la demanda de oro comienza a crecer porque los inversores ven este metal como una forma de mantener y proteger su dinero. Por lo tanto, si se publican datos macroeconómicos negativos, el precio del oro puede subir.